«La creación de moda es la arquitectura del movimiento»
Pierre Balmain
Nació en la región francesa de Saboya y empezó a estudiar arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de París en 1933, pero ya al año siguiente abandonó la escuela para empezar en el taller de modas de Molyneux, donde estaría hasta 1939. Posteriormente pasó dos años en Lucien Lelong, donde conoció a Dior.
En 1945, presenta su primera colección en París caracterizada por faldas acampanadas largas y de cintura estrecha, y la poeta Gertrude Stein, que se encontraba entre el público, escribiría en la revista Vogue que los diseños de Balmain constituirían «el nuevo look francés». Así es, ya que en 1947 se ponen de moda como parte del New Look de Dior.
En 1946 aparece su primer perfume, Ely 64-83, dedicado a su madre.
En 1951 abre una filial de su firma en Nueva York y en esa década pone de moda la estola para día y noche, y sus chales y capas de estilo cosaco marcan tendencias. Conocido por su sofisticación y elegancia, es el creador del estilo Jolie Madame, aunque siempre estuvo inspirado en el ideal de la belleza clásica. Es considerado uno de los grandes mitos de la moda del siglo XX y su casa se consolidó como una de las más importantes de la alta costura en la época de la posguerra. Fue el favorito de grandes estrellas como Brigitte Bardot, Marlene Dietrich y Sofía Loren. También tuvo como clienta a la primera dama de Nicaragua Hope Portocarrero.
Su autobiografía, titulada Mis años y épocas, se publica en 1964. Una de sus frases más conocidas dice: «La creación de moda es la arqui tura del movimiento
Pierre Balmain es de esas firmas que, manteniendo la inspiración que en un primero momento les impulsó a diseñar, ha ido perfeccionando su arte y su estilo hasta dar con una fórmula milagrosa en la que, introduciendo dentro de ella juventud, clase, estilo y clasicismo consiguen salir de ella unos outfits modernos a la par que elegantes que, en este caso, destilan una esencia que nos transporta con tan solo mirarla a la riviera francesa y los acentos añejos que en ella siempre nadan. Y si no, echadle un ojo al nuevo lookbook para esta Primavera-Verano 2013 y decidme que es mentira.
Pese a que pudiera parecerlo por la foto que introduce el post, los estampados no son los protagonistas de la colección. De hecho, la sobriedad y las formas holgadas son las que dominan el panorama, con une stilo muy suave y plain en el que las camisas se prefieren desabotonadas, especialmente en hilo o lino y los pantalones, de espiga o bien con algún discreto estampado de tweed o raya diplomática, aportan un toque más señorial y refinado al conjunto. Algo muy diluido y controlado en su justa medida
Si lo que buscamos es algo más consistente, los blazer de la colección son una buena opción. En tonos marinos, combinan a la perfección con el punto de la colección y gracias a sus cierres en solapas, sus cuellos esmoquinados o los ribetes en color rojo que adornan los acabados de mangas, puños y bolsillos, consiguen un efecto estético a medio camino entre lo vintage y lo college que no encanta. Cazadoras estilo aviador y jerseys finos de lino y punto completan este elenco en el que, quizás, lo único que echamos de menos sea algo más de color. La elegancia a veces no es perfecta.
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